Hace unos días subimos un viaje a la sección de grande viajes de Viloria. En concreto este viaje a Mallorca con salida desde Santiago de Compostela, en vuelo directo. Si ya te has aventurado a echarle un vistazo, habrás caído en que se trata de un viaje programado para el mes de febrero y, no me cabe duda de que te has planteado ¿una isla en invierno? Pues rotundamente sí.

Es cierto que las Islas Baleares son conocidas por sus playas y calas de arena blanca y también por sus aguas de color turquesa con temperaturas que invitan al baño hasta a los más perezosos, pero Mallorca tiene mucho, muchísimo que ofrecerte en invierno. ¡Y vamos a contártelo!

La ciudad

Palma de Mallorca cuenta con una población de más de 400.000 personas, lo que la convierte en una ciudad grande y con todas las comodidades que ello supone.

Nosotros te recomendamos empezar tu periplo por el casco histórico. Sus estrechas calles guardan un encanto que no pasará desapercibido para ti, no dudes en perderte por ellas y explorarlas hasta que llegues a La Seu, su magestuosa catedral de estilo gótico. En su interior, obras de grandes como Gaudí están esperando tu visita. La catedral se encuentra frente al paseo marítimo de la ciudad, por lo que te aconsejamos que aproveches la subida al campanario que han habilitado al público, para que puedas disfrutar de unas vistas sin igual.

Junto a ella se erige el Palacio de la Almudaina, residencia oficial de Sus Magestades los Reyes durante sus vacaciones en la isla.

A sus pies, el Parc de la Mar es una de las grandes zonas verdes de la ciudad, y un lugar perfecto para disfrutar de un atardecer frente al mar y rodeado de naturaleza. Pero hasta ese momento, no dejes de pasarte por la Plaza Mayor y disfrutar de artistas callejeros y la vida social de la ciudad.

La Serra de Tramuntana

Una oportunidad única para encontrarte con la naturaleza y hacer todo tipo de rutas. Un paraje considerado Patrimonio de la Humanidad que, en invierno puede que te sorprenda con algo de nieve.

Esta sierra, que se extiende a lo largo de 20 municipios (de Andratx a Pollença), tiene preparadas para ti rutas de senderismo como la Ruta de la Piedra o el ascenso a Puix de Teix, pero también te ofrece excursiones en el Tren de Soller si buscas un plan más tranquilo.

Las calas

No será época de bañarse en ellas, pero eso no significa que no sean dignas de merecer una visita. En cuanto veas la primera de ellas, no te faltarán ganas de recorrer el resto. ¡Son espectaculares! y no solo para tirarse en ellas y pegarse un chapuzón.

Entre las más destacadas (y valoradas como más bonitas) estará Caló des Moro. Aguas con un tono azul intenso rodeadas de roca y una pequeña parte de arena blanca. Otra de las de recomendada visita será Cala de Sa Calobra, en la Serra de Tramuntana o Cala Mitgana, donde el color del agua es todavía más espectacular.

Los atardeceres

Si hay algo de lo que puede presumir Mallorca es de sus vistas. Casi cada rincón es apto para ver un atardecer de película. A pesar de ello, preferimos recomendarte Cabo Formentor, que cuenta con miradores de escándalo y se encuentra al norte de la isla. El Mirador de Es Colomer es otro punto estratégico para disfrutar de esta maravilla de la naturaleza o el Mirador de Sa Foradada.

Cada rincón de esta isla es merecedor de una visita. Te quedarán ganas de volver porque no te dará tiempo a recorrer todos sus encantos pero, mientras tanto, ¿nos cuentas tu experiencia? Nuestras redes sociales InstagramFacebook están disponibles para ello.