A pesar de ser la segunda isla más grande del archipiélago canario, Fuerteventura no es de las más visitadas. Se encuentra por debajo, en número de turistas, de Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote. Quizá sea este el motivo por el que muchas de las personas que la visitan nos indican que les ha sorprendido su paisaje, sus encantos y ver que no se trata de un lugar masificado.

La cuestión es que tenemos un viaje a Fuerteventura de 8 días y 7 noches a la isla en la que los paisajes no te dejarán indiferente. Las salidas son en febrero y desde Santiago de Compostela. ¿Te apuntas?

Para que no te eche atrás viajar en febrero, te diré que es uno de los mejores meses para visitar la isla si huimos del calor fuerte del verano (y la calima). A partir de febrero las temperaturas pueden alcanzar los 22ºC y las probabilidad de lluvia es prácticamente nula. Además, hay que tener muy en cuenta el viento.

Corralejo te ofrecerá muchas alternativas

Quizá lo más conocido sea su Parque Natural. 2.600 hectáreas de dunas de arena fina. Recorrerlas y observar su paisaje volcánico es un imprescindible en tu visita a la isla. Nuestra propuesta es que lo hagas en una visita guiada en buggy. ¿Se te ocurre manera más original? Eso sí, es esencial que a esta excursión recuerdes llevar las gafas de sol. Te harán mucha falta, y no precisamente por el sol. La arena puede jugarte una mala pasada.

El encanto de este pequeño municipio al norte de la isla no acaba aquí. Al tratarse de un pueblo de costa, las playas juegan un importante papel. Tanto la pequeña playa urbana que preside al pueblo como las grandes playas que hay a sus alrededores son dignas de una visita. Te recomendamos que escojas una de ellas para ver una imponente puesta de sol. Hablamos de playas de arena blanca y color turquesa en el mar. También las pequeñas calas que encontrarás un poco más a las afueras, como Playa del dormidero, Playa del Moro o Plaza de la Alzada te impactarán. Son más tranquilas y salvajes que las anteriores y te sentirás más rodeado de pura naturaleza.

No te vayas del pueblo sin comer un buen plato de pescado, pero tampoco sin probar el guiso de cabra. Los más expertos paladares te recomendarán probarlo en el Pincha Cabra, un bar del pueblo.

El sur de la isla

El atractivo del sur de la isla está basado en playas como la Playa de Cofete. En pleno Parque Natural y con un acceso bastante complicado, llegar a la playa de 12km la convierte en una de las vistas más espectaculares de la isla.

Playas como Playa de Jandía, Playa Esmeralda o Mal Nombre te sorprenderán si lo que buscas es disfrutar de una día tranquilo al sol y poder refrescarte por escasez de olas.

En esta parte de la isla la puesta de sol está recomendado verla en Playa de la pared, tomando una cerveza fresquita en el restaurante del acantilado. ¡Las mejores vistas!

El viento en la isla

Como te comentaba antes, para decidir en qué momento viajar a la isla, hay que tener en cuenta el viento. Pero este es un factor también muy importante que ha hecho que la isla sea un lugar idílico en el que practicar algunos deportes como el Windsurf, el Kitesurf o el surf. Los meses con más viento son los que van de mayo a agosto, perfecto para los deportistas. También de octubre a noviembre es buena época, especialmente para surfistas, pues las olas son más grandes. El resto de meses (de septiembre a febrero) son aquellos en los que menos probabilidad de viento habrá.

Recuerda que, a pesar del viento, las temperaturas son muy agradables todo el año, con una media de 23ºC de día y no menos de 12ºC de noche en temporada baja por lo que el tipo de ropa debe ser veraniego. Eso sí, no olvides la rebequita.

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