Palacios delicados y playas infinitas; el futuro que llega y el pasado que permanece; la calma y el bullicio, luces de neón y aguas de azul turquesa…El viaje de toda una nueva vida que empieza. Nos vamos de viaje a Japón a Maldivas.

Desde Tokio, megalópolis de la vanguardia hasta Kioto, centro del Japón del shogunato y capital cultural del Imperio del Sol Naciente. Veremos urbes interminables que advierten del futuro y palacios tradicionales que se levantan en el medio de parques inmensos llenos de vida. Desde el país nipón, volaremos a Maldivas; isla paradisíaca donde nos encontraremos con el gran tópico: aguas cristalinas, playas de arena finísima blanca y descanso.

Tokio, el futuro y el pasado al este de Asia

La primera estación de esta aventura por el lejano oriente es Tokio. Una de las visitas indispensables es el templo de Meiji, uno de los santuarios sintoístas más conocidos. El edificio se erigió en honor al emperador Meiji y su esposa, la empreatriz Shoken.  El santuario de Meiji terminó de construirse en 1921, poco después del fallecimiento de los emperadores, como señal de agradecimiento al papel que el emperador tuvo durante la llamada Restauración de Meiji.

Ahora te toca una ruta a pie para disfrutar de la arquitectura de Ginza, uno de los barrios más lujosos de Tokio y en el que podemos encontrar las tiendas principales de muchas marcas de tecnología y moda.

Una ruta nos enseñará alguna de los espacios comerciales más curiosos, y también nos enseñará un paisaje arquitectónico propio de una ciudad futurista. Uno de los edificios más significativos es Tokyu Plaza Ginza, que abrió sus puertas en abril de 2016 y se considera la “puerta de entrada” a Ginza.

Junto al Tokyu Plaza Ginza se encuentra el actual Sony Building, sorprendiendo a los visitantes por su elegancia y por su carácter posmoderno.

Hakone, una puerta a la naturaleza

De nuevo viviremos la experiencia de los paisajes naturales de Japón. Hakone, conocido por la abundancia de baños termales naturales, que brotan en medio de una naturaleza de espectacular belleza, incrustado en el parque nacional de Fuji-Hakone-Izu. Además de unos baños relajantes, podemos conocer el entorno gracias a las buenas y variadas rutas de senderismo que hay, además de ser uno de los sitios desde donde disfrutar de preciosas vistas del monte Fuji.

El santuario Hakone: situado a los pies del monte Hakone y a orillas del lago Ashi. Encontraremos un remanso de paz a través de un breve crucero por el lago. El día se completa con la visita al santuario Motomiya, en la cima Komagatake, desde donde hay preciosas vistas del monte y el lago, que alcanzaremos gracias al funicular Komagatake desde Hakone-en.

Nara, el parque de los Ciervos Sagrados

Nara resume el espíritu tradicional de Japón. Un enorme parque natural poblado con algunos de los templos sintoístas más queridos en el país.

Es indispensable visitar el templo Todaiji: Comenzamos en la puerta Nandaimon, un gran portón de madera de 20 metros cobijado a ambos lados, como suele ser habitual en este tipo de puertas, por dos guardianes Nio, dos estatuas que junto con la puerta, que data de 1199, son tesoros nacionales.

Parque de los Ciervos Sagrados: El ciervo tenía un papel muy importante en la espiritualidad sintoísta. Eran considerados mensajeros de los dioses y se entendía que estaban en contacto con el universo espiritual. El parque de los Ciervos sagrados está lleno de estos animales, que circulan libremente por sus prados y, a veces, interactúan con los visitantes.

Antes de dirigirnos a Kioto, comenzaremos con una visita al santuario sintoísta de Fushimi Inari o Fushimi Inari Taisha, situado al sur de la ciudad. Es uno de los santuario más de Japón, así como uno de los más antiguos, ya que se usa initerrumpidamente desde el siglo VIII. El santuario Fushimi Inari de Kioto es el principal santuario de los dedicados a la deidad Inari, de los alrededor de 32.000 que existen en Japón que le están dedicados.

Kioto, capital del Japón Imperial

La majestuosa herencia del pasado imperial aún permanece en Kioto.

Los templos de Kinkaku-ji y Ryoan-ji son los dos ejemplos más importantes de la herencia tradicional del país. Kinkaku-Ji también se conoce como Pabellón Dorado, es uno de los atractivos más importantes de Kioto.

Junto al Pabellón, encontramos el templo Ryoan-ji con el jardín zen más famoso del mundo.

Viaje a Maldivas, islas del paraíso

Maldivas es una pequeña república formada por de 26 atolones al suroeste de Sri Lanka, en medio del océano Índico. Y un lugares que entra por méritos propios en la categoría de “paraíso playero”. Posiblemente lo más parecido al cielo en la tierra.

Tranquilidad, temperaturas cálidas y estables todo el año, todo parece sacado de un paisaje de ensueño. Pequeñas nubes que atraviesan un cielo tan claro e intenso que se refleja en el mar. Azul turquesa en el cielo y la tierra.

Es el momento de descansar y disfrutar. Os proponemos algo que hacer en Maldivas.

Descansad en la playa

Observad la fauna marina

Pasear por la isla es explorar

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