La temporada de esquí representa, para muchas publicaciones especializadas, una tenaz búsqueda de la estación perfecta: cercana, accesible y con un espesor de nieve digno del palacio de Frozen. No es sencillo encontrar estos lugares pero, hay que escribirlo, existen. Quizás, empeñados como estamos en esta búsqueda de ese ‘unicornio’ nevado, no prestamos atención a lugares ya conocidos. Sí, hoy investigamos un poco sobre lo de ir a esquiar a Aspen, Colorado. Si no lo conocéis, os invitamos a visualizar cualquier película americana desde los años ochenta hasta la fecha. Una esquiada entre el celuloide: nos vamos a Aspen, Colorado.
Aspen, un desafío a lo ordinario
Muy bien, sí hemos repasado un poco sobre la idiosincrasia de Aspen a través del celuloide y, bueno, lo cierto es que las referencias son un par de planos con montañas nevadas y, más que nada, escenas de interior rodadas en lujosas cabañas forradas de madera desde el suelo al techo. Y está muy bien, pero no es lo que venimos buscando. Bueno, un poco sí pero también algo más.
La primera parada, obviamente, es el esquí. Los habitantes de Aspen tienen un dicho: “un día sin esquíar es un día que no volverá”. Entre las recomendaciones locales para la tmporada de invierno la primera es siempre la misma: desciende por el Buttermilk.
¿Qué es eso del Buttermilk?
Pues esta montaña la principal área de esquí de la zona, de las cuatro montañas que forman el Snowmass, el complejo de esquí de Aspen. La pendiente no es la más pronunciada, así que aquí encontraremos, un ambiente más familiar y variado. También hay más remontes y pistas accesibles en las que suele brillar el sol. Los esquiadores experimentados suelen decantarse por las pistas de Aspen Highlands.
Las ventajas de esquiar aquí están en la comodidad de sus instalaciones y que es posible sacar pases integrados para toda la familia.
Un entorno natural único
El complejo Snowmass está situado en el White River National Forest, un espectacular parque natural en el medio oeste de los Estados Unidos. Una visita imprescindible Flat Tops Wilderness Area, una zona de pradera alpina y acantilados volcánicos. La biodiversidad que encontranos entre los bosques alpinos os dejará boquiabiertos.
El área es hogar de osos, lobos, alces y grandes felinos. Además, también tenemos impresionantes Los enormes picos de lutita, conocidos como Maroon Bells, proyectan su reflejo sobre el lago glacial que se abre a sus pies. Una imagen limpia y helada que no olvidareis jamás.
Compras en Aspen
Un lugar tan filmado y conocido como Aspen está lleno de tiendas interesantes en las que curiosear mientras descansamos de nuestros slaloms. Las más clásicas boutiques de Gucci, Prada y Ralph Lauren son las más demandadas. La tienda masculina más popular es Testosterone, por su surtido de ropa de montaña y accesorios para la aventura en la naturaleza.
Entre tiendas y un entorno natural muy cuidado, ¿qué tenemos? Pues el lugar perfecto para abrir unas cuantas galerías de arte: La galería Peter Lik está dedicada al trabajo fotográfico del autor, especializado en plasmar la naturaleza de Aspen; Royal Street Fine Arts está dedicada al trabajo pictórico.
Y por la noche
Hay mucho que descubrir en la vida nocturna de Aspen: desde clubes lujosos al estilo de Chair 9 en los que disfrutar de cócteles exclusivos hasta Limelight Lounge, en el que disfrutar de pizza recién hecha y de música en directo. Una recomendación especial es Belly Up Aspen, donde se celebran conciertos de categoría internacional.
Más información
Si queréis echar más cuentas sobre cómo, cuándo y dónde llegamos a aspen, seguid este link.