Embarcaciones tradicionales tailandesas
Playa de Phuket

Un viaje a Tailandia esadentrarse en la magia del sudeste asiártico. Descubrir Bangkok y Phuket es conocer la electricidad y la calma en un solo viaje.

La capital de Tailandia es una de las ciudades de referencia del sudeste asiático. Bangkok ha experimentado una etapa de gran crecimiento durante las últimas décadas pero ha sido capaz de conservar buena parte de sus tradiciones más antiguas. El vivaz impulso eléctrico que fluye en el día a día no afecta a la herencia histórica de un reino antiquísimo.

El celo en la guardia del patrimonio y las esencias tailandesas comienza por el propio nombre de la ciudad. Antes de convertirse en la megalópolis de ocho millones de habitantes que es hoy, era conocida como Krung Thep Mahanakhon, que se traduce del tailandés como Ciudad de los Ángeles.

Incluso cuenta con un nombre sagrado que aún se conserva: Krungthepmahanakhon Amonrattanakosin Mahintharayutthaya Mahadilokphop Noppharatratchathaniburirom Udomratchaniwetmahasathan Amonphimanawatansathit Sakkathattiyawitsanukamprasit. Es el nombre de ciudad más largo del mundo, pero curiosamente no aparece en el Libro Guiness de los Récords porque se trata de un topónimo en desuso.

Callejeando por Bangkok

La inmensa mayoría de tailandeses y habitantes de Bangkok se declara budista y el culto de Siddatha llena la ciudad con sus templos; los monjes vestidos con hábitos azafranados se encuentran en todas las calles y plazas. El budismo es tan importante en el país que incluso influyó en la legitimidad política de la monarquía que aún gobierna en el país.

Tras nuestra llegada a la capital os proponemos una excursión que hemos llamado ‘Esplendor de Palacio’. El sentido de esta visita está en unir la tradición budista y su influencia en el arte y la arquitectura tradicional tailandesa. A lo largo de tres horas, conoceremos el Palacio Real y el Templo del Buda Esmeralda.

El Palacio Real es una visita casi obligada en Bangkok. Aunque hoy en día carece de función de uso y su presencia es simbólica, es un edifico que guarda buena parte de la historia tailandesa. Se erigió en 1782 como residencia real para Rama I, primer rey de la dinastía Chakry, hoy regente en Tailandia. Pronto se ganó el estatus de símbolo arquitectónico de Tailandia porque guarda tras sus murallas distintos templos y edificios de estilos propios del país.

La principal atracción del conjunto es el Templo del Buda Esmeralda, que guarda una imagen de Buda que es muy venerada. La escultura está tallada en jade, y forma parte de un conjunto escultórico con adornos de oro. Para entrar, es necesario vestir de forma apropiada.

 

Dos clásicos de Bangkok

Después de visitar este must, Bangkok está esperando a que los audaces se aventuren entre sus calles y descubran sus sorpresas. La mejor manera de conocer Bangkok es callejear y verlo por nosotros mismo.

Os recomendamos dos actividades que son ya un clásico: un masaje tailandés y un recorrido en uno de sus populares tuk tuk, motos de tres ruedas utilizadas por locales y turistas que se han convertido en un símbolo nacional.

Después de los largos paseos para explorar a fondo la capital tailandesa y de disfrutar de su variada gastronomía, especialmente su versión callejera, también toca escaparse de ella hasta las paradisíacas playas del sur del país: viajamos hasta Phuket.

Phuket, paraíso playero

La imagen más conocida de Tailandia, además de las concurridas y fluorescentes calles de Bangkok, son las playas del sur del país o las verdes montañas del norte. Siguiendo la ruta meridional, llegamos a la localidad más popular entre los amantes de los parajes paradisíacos: Phuket.

Es sencillo imaginar Phuket: basta repasar algunos momentos de la película La Playa (Danny Boyle, año 2000) para hacernos una idea. Aunque este arenal ahora está cerrado al público, podemos visitra un entorno que nos trasladará a nuestros mejores sueños.

Si nos cansamos del dolce far niente (aunque dudamos de que eso sea posible) siempre podemos practicar deportes acuáticos o visitar los templos budistas de Wat Chalong o la estatua del Brand Buda. Tra excurisón muy popular es la llamada “excursión a la isla James Bond”; bueno, el nombre explica bastante bien cuál es el entorno que visitaremos.

La isla en cuestión es Phang Nga y allí se rodaron escenas de El hombre de la pistola de oro, con Roger Moore encarnando al despiadado pero sarcástico agente al servicio de Su Majestad. En Phang Nga podremos disfrutar de los oníricos peñones acuáticos, que parecen flotar sobre la superficies del agua. Un trayecto en canoa que es muy recomendable.

Aunque nuestra opción personal es dejarse llevar por la molicie en cualquiera de las tres playas de Phuket: Kata, Karon o Patong.

Más información

Podéis conocer los detalles de este viaje en el siguiente link.